viernes, 26 de enero de 2018

Rumanía lasaliana

Acaba de fallecer el Hermano Marcelin (Victor Magui), de la comunidad de Pildesti (Rumanía). Estaba a punto de cumplir los 96 años. ¡Que Dios lo tenga en su gloria!

El Hermano Marcellin era el último Hermano rumano que quedaba en vida de los 32 que sufrieron en propia carne la represión comunista, entre 1948 y 1989.

Noticia de su fallecimiento, AQUÍ.

Una síntesis de su tragedia y del resurgir de La Salle en Rumanía quedaba narrado en este mismo blog, hace algunos años. La situación de la misión lasaliana en Rumanía es parecida, aunque  ahora tiene raíces más consistentes. En cuanto a la presencia de Hermanos, el número de Hermanos extranjeros se ha reducido un poco, y han fallecido los dos Hermanos rumanos ancianos que entonces vivían; el último de ellos es, precisamente, el Hermano Marcelin.

Una novedad significativa es la presencia de uno de los tres Hermanos rumanos ingresados en los últimos tiempos como misionero en Burkina Faso (África Occidental). Lasalianos sin fronteras en acción, con toda la densidad de la expresión...

Para leer este artículo, pinchar AQUÍ.

Un poco antes de la publicación del post que citábamos más arriba, se pudo ver en la televisión pública española un interesante reportaje sobre algunos aspectos de la presencia de La Salle en Rumanía. Ahí está para quien desee verlo; sería un bonito homenaje a la figura del ahora desaparecido Hermano Marcelin, y de todos sus compañeros.

Para ver este reportaje, pinchar AQUÍ.


Sigamos orando por la fecundidad de la misión lasaliana en Rumanía.



lunes, 22 de enero de 2018

Orad por vuestros alumnos



Dos citas de la Meditación de san Juan Bautista de La Salle número 37:

"Pedid, pues, a Dios aquello que no hay en vosotros, a fin de que Él os conceda plenamente lo que os falta, es decir, el espíritu cristiano y un profundo conocimiento de la religión. Quienes se dirigen a vosotros vienen en medio de la noche. Eso indica, dice san Agustín, su mucha ignorancia; su necesidad es apremiante, y vosotros no tenéis con qué aliviarla; la simple fe en los misterios sería suficiente para vosotros, pero no os es suficiente para con ellos. ¿Los abandonaréis, pues, y los dejaréis sin instrucción? Recurrid a Dios, llamad a la puerta, rogad, solicitad con insistencia, incluso hasta importunar." (MD 37,2,2)
  
"Este Dios bondadoso los pone en vuestras manos, y toma sobre sí el otorgarles cuanto le pidáis para ellos: la piedad, la modestia, la mesura, la pureza, el alejamiento de las compañías que pudieran serles peligrosas. Y como Él sabe que por vosotros mismos no tenéis ni suficiente virtud ni suficiente poder para procurar todas estas cosas a los niños de quienes estáis encargados, quiere que se las pidáis para ellos, frecuente, fervorosa e insistentemente; a fin de que, gracias a vuestros cuidados, no les falte nada de lo que necesitan para salvarse". (MD 37,3,2 )


martes, 16 de enero de 2018

Venerable Hermano Adolfo Lanzuela, transparencia de Dios

Hace poco más de dos años, el 17 de diciembre de 2015, se promulgó un decreto vaticano en el que se reconocen las virtudes heroicas del Hermano Adolfo Lanzuela Martínez, nacido en Cella (Teruel) el 8 de noviembre de 1894 (bautizado con el nombre de Leonardo) y fallecido en Zaragoza el 14 de marzo de 1976. Con este reconocimiento, la Iglesia lo incluye en la lista de Venerables.
Tras una larga e intensa búsqueda por saber lo que Dios quería de él, el joven Leonardo, ya maestro, entró en relación con los Hermanos de las Escuelas Cristianas del barrio de Montemolín (Zaragoza). No necesitó mucho tiempo para convencerse de que ese era el camino que andaba buscando. El 30 de septiembre de 1922, en Irún (Guipúzcoa), tomaba el hábito religioso y, al mismo tiempo, recibía el nombre de Hermano Adolfo. Tenía 27 años largos. Su primer destino fue precisamente Zaragoza. A excepción de un curso (1928-29) en Beasain (Guipúzcoa), será en la ciudad maña donde desgranará día tras día toda su vida de apostolado.
Es difícil resumir en unas líneas el itinerario de una vida tan fecunda. Nos puede ayudar el saber que todos los alumnos querían tenerlo en clase. Sus discípulos, hoy abuelos, lo recuerdan emocionados. Educador justo y recto, inclinado a la benevolencia con los tímidos y más necesitados. Muchos exalumnos recuerdan sus acertados consejos. Pasan de 2.000 las personas que pueden contar cómo influyó en su primera colocación. Otros aluden a su breve y alentadora visita cuando se encontraban enfermos. Familias interesadas y párrocos evocan su decisiva intervención ante moribundos reacios a ponerse en paz con Dios.
En 1973 se retiró discretamente a San Asensio e Irún con gran desconsuelo de sus numerosos amigos. El 13 de marzo de 1976 volvió a Zaragoza para recoger la Medalla de Plata al mérito del trabajo que le iban a imponer al día siguiente. Pero Dios tenía otros planes. En la mañana del día 14, el enfermero lo encontró difunto. Zaragoza entera vivió una jornada de profunda consternación. 
Al día siguiente fue enterrado en el cementerio lasaliano de San Asensio (La Rioja). Cuatro años después, el 14 de junio de 1980, sus restos mortales fueron trasladados al colegio La Salle Montemolín, de Zaragoza.
¿Cuál era el secreto del Hermano Adolfo? No era otro sino su profunda fe en Dios. Alumnos y exalumnos intuían esa vivencia espiritual intensa y palpaban asimismo su filial devoción a la Virgen del Pilar.
Venerable Hermano Adolfo, ¡ruega por nosotros a Dios!

                                Vídeo con motivo de la proclamación oficial de las virtudes heroicas del  Venerable Hermano Adolfo

miércoles, 10 de enero de 2018

Colegio La Salle de Tienda Honda (Venezuela)

El Colegio La Salle de Tienda Honda es una de las instituciones lasallistas de mayor renombre en Venezuela. Fue el primer colegio lasallista fundado en Caracas, un 9 de enero de 1922, nueve años después de la llegada de los Hermanos a Venezuela. 

De esta manera, el nuevo colegio lasallista caraqueño constituyó una verdadera oportunidad para quienes aspiraban a una educación cristiana de calidad.

Vídeo conmemorativo de los 90 años de presencia lasallista en Tienda Honda

Una de las características de nuevo colegio fue, desde el primer momento, la de extender su radio de acción cristiana a las zonas aledañas, impartiendo catequesis en varias escuelas.

En el Colegio La Salle de Tienda Honda nació la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, que más tarde daría origen a la Fundación La Salle de Ciencias Naturales.

El de Tienda Honda ha sido, desde siempre, un centro educativo innovador en sus métodos de enseñanza, siguiendo la estela que dejó san Juan Bautista De La Salle, fundador de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, fundadores y animadores esenciales de la obra lasallista en Tienda Honda.

La inspiración de De La Salle les legó un compromiso con la enseñanza, el estudio, la investigación, la búsqueda y difusión del saber y saber hacer. Un compromiso con la excelencia, con nuestros hermanos más necesitados y con el trabajo permanente, perseverante y tenaz.

Es, por otra parte, bien conocido que todos los lasallistas están comprometidos en la construcción de una nación en paz, próspera y justa. Es de señalar, igualmente, la relevancia que las escuelas lasallistas conceden al valor de la fe cristiana en la formación de un ciudadano y la importancia de la escuela como centro cultural donde todos podemos redescubrir nuestras raíces y compartir nuestras tradiciones.


Felicidades a Hermanos, profesores, alumnos, padres de familia, antiguos alumnos y todos los amigos y simpatizantes de la obra de De La Salle en Tienda Honda, en esta marcha gozosa hasta la celebración del centenario de la fundación del colegio.

viernes, 5 de enero de 2018

La fe según De La Salle: Meditación para el día de la Epifanía

"Signum fidei", 
"signo de la fe",
¡eso es la estrella lasaliana!

Este signo clave de la tradición lasaliana, mil y una veces utilizado, en lugares y maneras diferentes, tiene su origen en la fantástica meditación de san Juan Bautista De La Salle para "la fiesta de la adoración de los Reyes", o de los Magos, como los llamará en el texto de la meditación.

Iluminados por la luz de esta estrella de Navidad, pero más aún por la luz de la fe que los impulsaba, los Magos encontraron al Salvador.

Proponemos a continuación el primer punto de la citada meditación lasaliana, la número 96 (MF 96). 


"No podemos dejar de admirar la fe de los santos Magos, pues no se encontró en Israel, dice san Bernardo, otra semejante a la de estos admirables gentiles.

Descubren una estrella nueva y extraordinaria y, con solo verla, parten de un país remoto, en busca de Aquel que ellos no conocían, y que ni siquiera era conocido en su propio país. Iluminados por su luz, y más aún por la de la fe, van a anunciar un nuevo Sol de justicia en el lugar en que ha nacido, y asombran a todos con la voz de semejante nueva.

Ellos no se sorprenden, porque están iluminados con la luz verdadera, y porque solo por la fe, según la expresión de san Pablo, se va hacia Jesucristo. La estrella no se les mostró en vano, pues su aparición les permitió recibir la gracia de Dios; y aquel fue para ellos día de salvación, por haberse mostrado fidelísimos a las inspiraciones divinas.

¿Estamos nosotros atentos a las inspiraciones que recibimos de Dios y tan prestos a seguirlas como lo estuvieron los santos Magos para dejarse conducir por la estrella que les servía de guía?


A menudo la salvación y la felicidad de un alma dependen de la pronta fidelidad a la gracia. Dios dispensó a Samuel el favor de hablarle porque se presentó tres veces seguidas para escucharlo en cuanto oyó su voz. Y san Pablo mereció la total conversión porque primero fue fiel a la voz de Jesucristo, que lo llamaba. Eso es lo que debéis hacer vosotros al igual que ellos."

                                                          San Juan Bautista De La Salle