sábado, 26 de septiembre de 2015

Adrián Nyel (1621-1687)

Precursores de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (21)

‘Cómplice del Dios sabio y suave’. Así calificaban recientemente los lasalianos argentinos, en un bello y sugestivo folleto, a este humilde instrumento de la Providencia en la puesta en marcha efectiva de la obra lasaliana. Muy humilde, en efecto, tanto que casi nunca ha tenido derecho a un apartado propio en los libros que tratan de estas cosas. Sin embargo, parece indiscutible que su influencia en Juan Bautista De La Salle, que cuando se encontró con él no tenía ni idea de lo que era una escuela, tuvo que ser determinante. Veámoslo.

Adrián Nyel era originario de la diócesis de Laon, limítrofe con la de Reims por el noroeste, aunque no conocemos con exactitud en qué lugar nació. Disponemos, con todo, de algunos datos indirectos que llevan su nacimiento a 1621 y sitúan a Nyel en su juventud y primera madurez residiendo en la propia ciudad de Laon, de cuya catedral un tío suyo sería por aquel entonces canónigo. Tenía probablemente, por tanto, contactos con la Iglesia oficial y puede incluso que, por esa época, se dedicase a asuntos relacionados con la justicia y las leyes.

Con todo, en 1658  —y no es descartable que para entonces llevase ya varios años allí—  lo encontramos en Ruan, dedicado de por vida  —consta el documento que así lo compromete—  a velar por la buena marcha de las escuelas para niños pobres y, en particular, a la formación y organización de los maestros que las atienden. Estas escuelas pertenecen al llamado ‘Hospicio General’ de Ruan, a la sazón una institución de reciente creación, dependiente de la municipalidad ruanesa, que se dedica a recoger a toda suerte de personas de las que hoy llamaríamos ‘sin techo’: ancianos, locos, enfermos, huérfanos, mendigos, discapacitados... Este Hospicio organizaba algunos trabajos adaptados a la situación concreta de los adultos en él acogidos, mientras que los niños tenían que acudir a la escuela del propio Hospicio.

Vista de Laon, ciudad natal de Nyel

Con el tiempo, además de esta escuela, se fundaron algunas otras en distintos lugares de la villa de Ruan, que, a pesar de no estar en el interior de su reciento, dependían del Hospicio General y, por tanto, de las autoridades municipales ruanesas. En 1670 las escuelas dependientes del Hospicio General de Ruan eran cuatro, a cuyo cargo se contaban otros tantos maestros. En 1678 el número de maestros se había duplicado y pronto hubo incluso alguno más que, sin dar clase, apoyaba el funcionamiento de la comunidad y las escuelas realizando algunos trabajos manuales, pero sin dar clase.

Además de formarlos y responsabilizarse del buen desempeño de sus obligaciones escolares, Nyel quiso agrupar a todos sus maestros en una especie de comunidad que sobrevivió en el tiempo con cierta constancia, a pesar de que sus miembros concretos probablemente fueran cambiando, ya que no tenían votos u otros compromisos, por lo que solo les ligaba a la comunidad su empleo en las escuelas.

Este grupo de maestros populares de Ruan presentaba varias peculiaridades. La primera de ellas es que todos los maestros, incluido su líder, eran célibes y laicos, es decir que, a pesar de no estar casados, no habían optado por la ordenación sacerdotal, como solía ser lo más frecuente; a fin de cuentas, ya que uno no podía casarse, estaba debidamente formado y trabajaba en asuntos íntimamente relacionados con la Iglesia, como era la escuela en aquella época, qué más normal que acceder al estado sacerdotal y aprovechar sus ventajas...

Asilo General de Ruan
Otra característica llamativa de estos maestros es que se llamaban entre sí ‘Hermanos’ y hasta habían constituido una cierta estructura organizativa: su líder era Adrián Nyel, que presidía las oraciones, se encargaba de la formación profesional de sus compañeros y garantizaba el buen funcionamiento de las escuelas. Curiosamente los maestros rezaban sus oraciones en francés e invitaban a ellas, al menos por la tarde, a todos los internos del Hospicio  —y pueblo en general—  que estuviesen interesados en participar en ellas. Podría interpretarse que, al no ser sacerdotes, el latín no tenía para ellos tanto interés...

Se vivía por aquel entonces en Ruan una ardorosa efervescencia escolar, que también había reunido en comunidad a un grupo de maestras, dirigidas por el Padre Nicolás Barré, que animaban varias escuelas para niñas. Todo parece indicar que el grupo masculino de Nyel tenía relaciones cordiales con esta comunidad femenina de Barré, a nivel espiritual, organizativo e incluso, financiero, puesto que a unos y otros les venían bien las donaciones de las personas devotas y pudientes, que en Ruan constituirían un grupo bastante acotado.

Hermano Josean Villalabeitia


sábado, 19 de septiembre de 2015

España, Portugal... ¡ARLEP!


He aquí el lema del curso 2015-2016 para todos los lasalianos de la Arlep, es decir, de La Salle en España y Portugal

En juego, el valor de la justicia, que tanto está dando que hablar en nuestros días, tal vez para nada... Bueno, pues los lasalianos españoles y portugueses quieren comprometerse en serio y empujarla por todas partes para que avance.

El lema, además de sus carteles, que se verán por todas partes, ha nacido acompañado por un breve mensaje del Hermano Visitador de la Arlep, Jesús Miguel Zamora, que podéis ver y oír pinchando A Q U Í .

Interesante también la canción que interpreta un grupo ligado a La Salle-Paterna. Un clip animado y pegadizo que podéis ver pinchando A Q U Í .








sábado, 12 de septiembre de 2015

La Salle con los misioneros

Este próximo lunes, 14 de septiembre, comienza un nuevo curso de la Escuela de Formación Misionera, de Madrid, en cuyo nacimiento y animación los Hermanos de La Salle tenemos alguna responsabilidad. Conozcamos un poco esta interesante experiencia que, precisamente, este año está celebrando sus bodas de plata.

La Escuela de Formación Misionera, de Madrid, está celebrando sus bodas de plata. En estos 25 años, más de un millar de misioneros han pasado por sus aulas para prepararse a la misión lejos de su tierra.

Este centro para misioneros surgió en 1990, cuando  quienes se sentían llamados a la misión ad gentes no eran ya solo los miembros de instituciones misioneras y religiosos en general, sino también multitud de personas de toda clase y condición, con profundas convicciones cristianas y ansias de compromiso. Tal vez por ello, en la prehistoria de la Escuela hallamos unos cursos de Misionología que ofrecían los Hermanos de La Salle en su Instituto San Pío X, allá por los años ochenta.

Por aquellas mismas fechas, la Conferencia Episcopal Española (CEE) solicitó a la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) la creación de una escuela de formación para misioneros. Como el por aquel entonces encargado de CONFER-Misiones, el Hermano Pedro Arrambide, era también el principal responsable de la Misionología en el San Pío X, la forma más sencilla de cumplir el encargo de los obispos pareció reestructurar y ampliar aquel curso de Misionología. Y a esa tarea se puso de inmediato con entusiasmo el Hermano Pedro.

En la labor contó con varios apoyos importantes, ya que a la idea del centro de formación para misioneros se sumaron enseguida varias instituciones: desde las Obras Misionales Pontificias (OMP) hasta el Servicio Conjunto de Animación Misionera (SCAM), pasando por el Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME), la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA), los Cristianos con el Sur (OCASHA) y la Coordinadora de Asociaciones de Laicos Misioneros (CALM), que terminaron fundando la Escuela de Formación Misionera y son, con los Hermanos de La Salle, sus actuales patrocinadores.

Además del impulsor de la Escuela, el ya mencionado Hermano Pedro Arrambide, otros Hermanos directamente implicados en su animación han sido José Manuel Ruiz, Vicente Clemente y, ahora mismo, Felipe García; todos ellos ocupaban, al mismo tiempo, puesto de responsabilidad en la animación de PROYDE. Varios lasalianos se han contado también, en distintos momentos, entre los alumnos de la Escuela.

La Escuela de Formación Misionera organiza cada año en el Centro La Salle-ARLEP, de Madrid, un curso intensivo para personas a punto de incorporarse a la misión en países pobres. Su actividad se desarrolla durante los tres meses de otoño. En su programa de estudios, la realidad del mundo actual, el hecho religioso y diversos contenidos relacionados con la evangelización. El plan también incluye algunas visitas de interés, así como jornadas de convivencia entre los alumnos y liturgias compartidas.

Aquellos nutridos grupos iniciales de futuros misioneros han ido dando paso en la Escuela a listas más reducidas, de laicos y religiosas sobre todo, jóvenes de todas las edades, no todos españoles, incluido algún misionero con largos años de brega a sus espaldas que ve en la Escuela una oportunidad ideal para reciclarse.

La celebración es, sin duda, una espléndida noticia, no solo para los amigos de La Salle, sino también para toda la Iglesia española, que reafirma la vitalidad de la vocación misionera entre sus fieles.

Página web de la Escuela de Formación Misionera de Madrid: http://www.escuelaformacionmisionera.org/index.html



sábado, 5 de septiembre de 2015

Contagiando fe y alegría

Hermanas Guadalupanas de La Salle
en Madagascar

Mamoeramanjaka es un poblado pequeño que se encuentra en la meseta central de la gran isla de Madagascar, no lejos de la capital, Antananarivo, si medimos la distancia en kilómetros; algo más lejos si tratamos de precisar el tiempo que nos puede costar llegar hasta allá.



Las Hermanas Guadalupanas de La Salle malgaches desarrollan en Mamoeramanjaka una bonita misión que pretende abarcar un poco todas las facetas de la evangelización del mundo rural malgache, aunque centradas sobre todo en lo más esencial del carisma lasaliano: la evangelización de los niños y jóvenes a través de la escuela, la catequesis y la pastoral en general, en un ambiente de pobreza intensa.

En íntima comunión vital con sus vecinos, a quienes pretender contagiar su profunda fe encarnada y en acción,
la característica principal de la presencia de las Hermanas en Mamoeramanjaka quizás sea la manera sencilla y profundamente gozosa de compartir la pobreza con sus vecinos. Una pobreza sencilla y alegre que, entre otras cosas, se despliega con enorme generosidad cuando de acoger a un visitante se trata, como he tenido el gusto de comprobar personalmente. ¡Gracias, queridas Hermanas!



En relación con lo que el excelente vídeo que proponemos presenta, debemos decir que, viendo que la casita que acogía a la comunidad amenazaba ruina, las Hermanas Guadalupanas de La Salle de Mamoramanjaka están construyendo una nueva casa comunitaria, muy sencilla, a las afueras del pueblo. Estará disponible en poco tiempo. 

De cara al futuro, las Hermanas mueven los hilos para encontrar financiación suficiente para construir y animar un liceo especializado en formación agrícola, con el que tratar de evitar el éxodo de los jóvenes a la ciudad, huyendo de un trabajo agropecuario que en la actualidad ofrece horizontes muy limitados. Actualizando las técnicas de cultivo, tecnificando el trabajo y mejorando variedades vegetales y animales tal vez las cosas se vean de manera más optimista de cara al porvenir. Eso es, al menos, lo que piensan las Hermanas.

Un espléndido vídeo, de casi 28 minutos de duración, 
que podéis ver A Q U Í .