domingo, 23 de marzo de 2014

Tú puedes ser Hermano o Hermana... de La Salle

Dinámico vídeo de promoción vocacional lasaliana, realizado por el Distrito de Medellín (Colombia). Partiendo de las inquietudes más íntimas del joven, el vídeo propone una vida de entrega generosa a la promoción del Reino de Dios, por los caminos que abriera hace más de tres siglos san Juan Bautista De La Salle. 

Resulta interesante fijarse en las característica de la vida religiosa lasaliana que subraya (algunas ciertamente sorprendentes, como la posibilidad de realizar estudios...). Muy atractivo también el hecho de incluir a las Hermanas en el vídeo, como invitación a chicas deseosas de seguir a Cristo por las rutas lasalianas. Una novedad agradable e interesante, aunque se transforme el nombre de las Hermanas Guadalupanas de La Salle sencillamente en Hermanas "lasallistas". 

A lo largo de las numerosas fotos de tantos lugares que presenta, ¿cuál es la imagen del Hermano de las Escuelas Cristianas que se nos propone?

Un vídeo interesante que no puedes dejar de ver con atención. 
Si estás interesado, lo tienes AQUÍ.

sábado, 8 de marzo de 2014

Comenio

Precursores de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (3)

Juan Amós Comenio (1592-1670) fue un pensador y pedagogo de origen checo que trabajó en varios países europeos. Convencido del trascendental papel de la educación en el desarrollo de la persona, Comenio escribió una obra de gran impacto en su época, que tituló Didáctica magna y le ha valido el título de ‘Padre de la Pedagogía’.

En la citada obra, nuestro pedagogo preconiza una organización completa de la educación, a partir de la escuela maternal, que para él es el hogar familiar, cuya maestra es la madre, hasta las ‘academias’, especie de universidades donde las élites intelectuales habrían de recibir una formación de acuerdo con la exigente misión social que se les iba a  encomendar al salir de ellas.

Según Comenio, nadie deber ser excluido de la educación, pues se trata del principal camino para llegar a ser una persona de verdad. En consecuencia, a partir de este criterio, todas las personas deben ser acogidas como candidatas a formarse en plenitud, lo que significa que nunca se debería menospreciar educativamente a quienes les cuesta más trabajo asimilar las cosas. Para conseguirlo, habrá que explicar las materias de acuerdo con la capacidad de cada persona.

En línea con estos planteamientos, en el esquema escolar de Comenio cada pueblo, por pequeño que fuera, debía disponer de dos escuelas, una elemental y otra más avanzada, cuyo objetivo primordial, que compartirían ambas, sería el de preparar de forma integral a los alumnos para desenvolverse en la vida como lo que son: personas e hijos de Dios, creados a su imagen y semejanza, invitados a grandes metas en la vida. Comenio proponía un solo maestro en cada escuela, trabajando en la lengua materna de los alumnos y utilizando unos pocos libros de apoyo. Los alumnos de estas escuelas habrían de ser niños y niñas de entre diez y trece años, sin diferencia de clase social, desde el plebeyo hasta el noble.

En el ‘plan de estudios’  —concepto que Comenio fija definitivamente y utiliza con profusión—  de sus escuelas se puede encontrar la lectura de manuscritos y de textos impresos, la escritura, el cálculo, las técnicas y sistemas de medida, el canto, nociones de geografía y cosmología, pasajes escogidos de la Biblia, oraciones... También se proponía un poco de trabajo manual y, en definitiva, una iniciación a los distintos oficios. Todo sobre la base de una concepción integral de la educación, que llevaba a cultivar la inteligencia, la memoria, la fuerza física, la observación, el buen juicio... Para Comenio los chicos y chicas no necesitaban tanto memorizar muchas teorías, cuanto capacidad de observación y de discernimiento; ello les evitaría caer en los errores más groseros.

Universidad 'Comenius', de Bratislava (Eslovaquia)
En cuanto a la educación en el comportamiento, Comenio, cristiano convencido, la dejaba en manos de la religión, que también tenían un lugar importante en las actividades escolares. Hasta tal punto es así que un especialista ha escrito que “pese a sus análisis sistemáticos y a la pertinencia de sus observaciones, la Didáctica magna de Comenio, en el fondo, no es sino una teología práctica”.

Además de filósofo conspicuo, Comenio fue un educador avezado que conocía bien las dificultades de esa profesión y, también, los grandes logros a los que está llamada; además, su propuesta pedagógica está repleta de descubrimientos y formas de hacer interesantes. Sin embargo, podríamos decir que en la Francia del siglo XVII el nombre de Comenio, o Comenius, jamás fue pronunciado en público. Sin duda alguna por su condición de protestante, que era lo mismo que decir ignorante y malintencionado, incapaz de escapar de su error. A pesar de ello, no hay duda de que algunas de sus ideas sobre educación y organización escolar terminarían por llegar a quienes reflexionaban sobre estas cuestiones y estaban encargados de tomar decisiones escolares. Y es que anular por completo los procesos de ósmosis intelectual resulta siempre del todo imposible.

Hermano Josean Villalabeitia