sábado, 12 de abril de 2014

La carta que llegó a Parmenia

Han pasado exactamente tres siglos y seguimos hablando de ella... Sus asustados Hermanos se atrevieron a dirigirse a su Superior y Fundador, que atravesaba un momento de seria crisis personal, para recordarle los compromisos que había rubricado un par de décadas antes. Querían que De La Salle asumiera de nuevo la dirección del Instituto, al que veían naufragar del todo por momentos. Y lo consiguieron...


























El verdadero protagonista en Parmenia no fue otro que el Espíritu, con dos colaboradores directos: una pastora de la región, analfabeta y santa, metida a propulsora de obras imposibles –Sor Luisa la llamaban–, y unos pobres Hermanos en apuros, huérfanos de casi todo, que se atrevieron a escribir a su Fundador en unos términos que mezclaban con astucia las muestras de cariño y aceptación más explícitas, con la exigencia estricta, y hasta temeraria, del cumplimiento de los deberes a los que el Santo se había comprometido.

Para los interesados, el texto de la carta, presentado de manera atractiva, está AQUÍ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario