En ambas obras, De La Salle propone doce virtudes idénticas y en el mismo orden.
Si De La Salle -o quizás los primeros Hermanos- fue quien las ideó y propuso, sin duda quien más y mejor las dio a conocer, sobre todo fuera del ámbito lasaliano, no fue el propio De La Salle, su autor, sino uno de sus discípulos posteriores: el Hermano Agatón, aquella promesa que la Revolución Francesa truncó casi en ciernes.
Y es que el Hermano Agatón (1731-1798), una vez resultó elegido Superior General del Instituto, fue el primero que se atrevió a cambiar y a comentar algunas de las obras recibidas de los tiempos de la fundación. Una muestra concreta de esta actitud es su obra más conocida, la "Explicación de las doce virtudes del buen maestro", que vio la luz en 1785, cuando la Revolución Francesa estaba a punto de asestar un golpe casi mortal a la obra lasaliana, que llevaba más de un siglo ya trabajando en favor de la educación humana y cristiana de los niños, sobre todo franceses.
Hermano Agatón |
Con la ayuda de Internet, hoy tenemos la suerte de disponer en línea de un ejemplar, en francés, publicado en Le Puy, en 1807. Según se deduce de su sello, el ejemplar escaneado procede de la antigua casa de formación de los jesuitas de Les Fontaines, en Chantilly, al norte de París, que últimamente ha sido depositada en la Biblioteca Municipal del lugar. Sin duda que se trata de una gran suerte para todos los lasalianos.
Para acceder a este libro escaneado pinchar aquí.
Por suerte, disponemos también de una traducción al español de la obra del Hermano Agatón, más reciente y realizada bajo supervisión del Instituto, que no se halla, como tal, en Internet. Pero en la red sí se puede encontrar, con paciencia, mucho material en español sobre las doce virtudes del buen maestro, de De La Salle, Agatón o en versiones más actualizadas. ¡Suerte en la búsqueda!
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