miércoles, 4 de julio de 2018

Dapaong, escuela de maestros

La desigualdad de oportunidades para la mujer y el bajo nivel educativo son los dos problemas fundamentales de la región


Los niños y jóvenes de Togo son el principal activo del país. Su educación se ha convertido en un objetivo prioritario. La tasa de escolarización en primaria ronda el 90%, una cifra que en la región norteña y rural de “Las Sabanas”, a la que pertenece la diócesis de Dapaong, se ve reducida a un 60%, la más baja del país. Pero el dato más alarmante es la escolarización femenina. Si en Togo van a la escuela ocho de cada diez niñas, en esta zona rural y desfavorecida solo van tres de cada diez chicas.

La diócesis de Dapaong lleva tres decenios trabajando en un programa de escolarización, nutrición y abastecimiento de agua. Los Hermanos de La Salle y su ong PROYDE colaboran activamente en el proyecto. En concreto, los lasalianos se encargan de la formación de los maestros que trabajan en los centros escolares de la diócesis de Dapaong, para lo que han puesto en marcha una escuela de formación para el seguimiento del profesorado.

Este curso de formación permanente es un lugar de paso obligatorio para los profesores de las escuelas que se incorporan a la red diocesana. También pasan por aquí los maestros que tienen carencias pedagógicas y los que peor funcionan.  Durante un año, los veinte profesores que asisten al curso reciben un salario para evitar que abandonen la formación.

            Algunos datos inquietantes.- Cada año mueren unos cuatrocientos niños en las 84 escuelas de la red católica por falta de alimentos y medicinas. Los sueldos de los profesores son tan exiguos que muchos de ellos tienen que abandonar la enseñanza para poder sobrevivir con la agricultura. Casi la mitad de las escuelas de la diócesis de Dapaong no cuentan con servicio de cantina que asegure a los niños una comida diaria y la construcción de casas para maestros y nuevas aulas para los alumnos siguen dependiendo de la generosidad del primer mundo. Cuando la escuela está muy lejos de la capital, Dapaong, y resulta complicado que los profesores quieran ir a vivir al poblado. Para motivarles, los padres de los alumnos consiguen un terreno y financian la construcción de viviendas tradicionales para que se queden. La red de escuelas católicas ya ha construido 75 casas con materiales sólidos para los maestros que viven en las comunidades más alejadas.

Un vídeo de 29 minutos de duración y excelente calidad técnica nos cuenta la experiencia, entrevistando a algunos de sus protagonistas. Para ver el vídeo pinchar AQUÍ.




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