En estos días de Pascua, en los que las lecturas litúrgicas nos recuerdan la hermosa figura del Buen Pastor, qué menos que releer y meditar otra vez la hermosa meditación de san Juan Bautista De La Salle sobre el Buen Pastor como modelo para los maestros cristianos
Para el domingo segundo de
Pascua (Jn 10,11-16)
Del modo como deben proceder
los maestros con respecto a sus escolares
MD 33,1,1 Punto
I
Jesucristo, en el evangelio de
este día, compara a quienes tienen cargo de almas con el buen pastor, que cuida
con esmero de sus ovejas; y una de las cualidades que ha de tener, según el
Salvador, es conocerlas a todas1,
distintamente. Este ha de ser también uno de los principales cuidados de
quienes están empleados en la instrucción de otros: saber conocerlos y
discernir el modo de proceder con ellos. Pues con unos se precisa más suavidad,
y con otros más firmeza; algunos requieren que se tenga mucha paciencia, y
otros que se les aliente y anime; a algunos es necesario reprenderlos y
castigarlos para corregirlos de sus defectos; y hay otros sobre los cuales hay
que vigilar continuamente, para evitar que se pierdan o extravíen.
cargo de almas, conocerlos y tratarlos como cada cual requiere...
MD 33,1,2
Este
proceder depende del conocimiento y del discernimiento de los espíritus. Es lo
que debéis pedir a Dios a menudo e insistentemente, como una de las cualidades
que más necesitáis para guiar a aquellos de quienes estáis encargados.
oración de petición de ayuda en nuestro ministerio...
MD 33,2,1 Punto
II
También es necesario, dice
Jesucristo, que las ovejas conozcan a su pastor2, para
poderlo seguir. Dos cosas necesitan los que tienen dirección de almas, e incluso
deben sobresalir en ellas. En primer lugar, mucha virtud para servir de ejemplo
a los demás, pues éstos no podrían por menos que extraviarse al seguirlos, si
ellos mismos no estuviesen en el camino verdadero.
En segundo lugar, debe
manifestarse en ellos especial ternura con las almas que les están confiadas,
de modo que sean muy sensibles a todo lo que pueda afectar o herir a sus
ovejas. Esto es lo que mueve a las ovejas a amar a su pastor y a complacerse en
su compañía, porque encuentran en ella su descanso y su alivio.
MD 33,2,2
¿Queréis
que vuestros discípulos practiquen el bien? Practicadlo vosotros mismos, pues
les convenceréis mucho mejor con el ejemplo de una conducta juiciosa y modesta
que con todas las palabras que pudierais decirles. ¿Queréis que guarden
silencio? Guardadlo vosotros. No los haréis modestos y comedidos
sino en la medida en que
vosotros lo seáis.
la importancia del ejemplo, la ternura...
MD 33,3,1 Punto
III
Las ovejas de Jesucristo
tienen también obligación de escuchar la voz de su pastor3. Es,
pues, deber vuestro enseñar a los niños que os están confiados, y es deber de
cada día. Escucharán vuestra voz, porque debéis darles instrucciones adecuadas a su
capacidad, sin lo cual les serían poco útiles. Por esta razón tenéis que
esforzaros y formaros para hacer comprender bien vuestras preguntas y
respuestas durante los catecismos, para explicarlas con claridad, y para
utilizar palabras de fácil comprensión.
En vuestras exhortaciones
tenéis que mostrarles con sencillez sus faltas; ofrecerles los medios para
corregirse de ellas; darles a conocer las virtudes que les convienen y hacerles
ver que resultan fáciles; e inspirarles sumo horror al pecado y el alejamiento
de las malas compañías. En una palabra, hablarles de cuanto puede moverlos a la
piedad. Así es como deben escuchar los discípulos la voz de su maestro.
adaptarse al nivel de los alumnos, la importancia del consejo...
MD 33,1,1: 1 Jn 10,14. – MD 33,2,1: 2 Jn 10,14. – MD 33,3,1: 3 Jn 10,16.
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